Las DEUDAS EN NUESTRAS FINANZAS PERSONALES, es una de las cuestiones que más tenemos que cuidar para no tener problemas.
Cuando hablamos de finanzas personales siempre hablamos de inversión, ahorro, ingresos…pocas veces recordamos las deudas en nuestras finanzas personales.
En este post te hablamos del tipo de deudas que hay y como pueden afectarte en tus finanzas personales.
La mayoría de deudas en finanzas personales aparecen cuando los pagos que tenemos que realizar son mayores que los cobros que recibimos.
Lo que tenemos que evitar a toda costa es entrar en una dinámica de deudas. Ya sé que muchas veces no queda más remedio que endeudarse para poder comer o para cubrir las necesidades básicas esperando tiempos mejores, pero estos no suelen llegar y lo único que se logra es desembocar en una situación insostenible. Por eso es siempre mejor coger el toro por los cuernos desde el principio.
Hay cuatro clases de deudas;
Simplemente Necesarias o de Urgencia.
Éstas a veces las tenemos que asumir porque sucede algo que se escapa de nuestras decisiones y no nos queda más remedio que asumirlas, como una enfermedad, un impago, un imprevisto familiar, etc. Dejo a tu imaginación todo lo que puede ser.
Las deudas buenas:
Las deudas buenas son aquellas deudas en las que incurrimos para generar valor añadido. Por ejemplo, para montar un negocio, para ayudar a otra persona a montarlo.
En este caso tenemos que ver que la rentabilidad que obtenemos, es mayor al tipo de interés de que vamos a pagar. Porque en caso contrario estaríamos entrando en una deuda que nos producirá pérdidas.
Deudas Regulares:
Las deudas regulares son aquellas en las que incurrimos para comprar un bien necesario de consumo duradero como una casa.
O para comprar un automóvil, que hoy en día es totalmente necesario.
Aquí siempre hay que tener en cuenta cual va ha ser nuestra capacidad para poder devolver la deuda y que estos pagos no nos obliguen a estar en una situación de estrechez.
Las deudas malas:
Estas son las que tenemos que evitar a toda costa. Son las deudas a las que nos comprometemos para consumos o gastos que no generan nada y que se consumen al momento.
Pedir un crédito para hacer el viaje de tus sueños.
No está mal, si es un viaje en que vas a aprender algo para mejorar tu competitividad, pero si pides un crédito para un viaje con tu novio, para estirarte en hamacas de una playa tomando una piña colada, mejor no lo hagas.
Sí, aunque tengas capacidad de devolución.
¿Por que? Pues porque tendrás que destinar recursos a devolverlo y no te quedarán recursos para crecer o para poder invertir en activos que te hagan crecer.
Hay que tener mucho cuidado en este último caso con las deudas generadas a través de lo que se conoce como tarjeta “revolver”.
Los intereses son desorbitados pudiendo llegar a más de un 25% y si se entra en mora se disparan más aún, con lo que se puede entrar en una situación en la que al final tengamos que parar y declararnos en Bancarrota. En España existe la ley de la segunda oportunidad, y en otros países otras similares.
Que debemos de tener en cuenta antes de endeudarnos:
Lo más importante es saber cual es nuestra capacidad de devolución.
Si vivimos solos y ganamos 2.000,00.-€ y tenemos un alquiler de 800,00.-€ y para comer necesitamos 600,00.-€, y de suministros, agua, gas, teléfono, electricidad, etc, son 300,00.-€ más, solo nos quedarán 300,00.-€ libres. Estos los podemos ahorrar o podemos destinarlos a una deuda, ¿Qué crees que es mejor en circunstancias normales?
Una vez que sabemos cual es nuestra capacidad de pago, tenemos que ver cual va a ser el tipo de interés que vamos a tener que pagar.
En próximos post veremos el tema de los tipos de interés aunque es muy importante que saber que tipos de cálculo nos están aplicando y sobre todo conocer el TAE.
Piensa que siempre que pedimos un crédito, nos han de dar una tabla de amortizaciones del mismo, en el que aparezcan los gastos inherentes a la operación para poder conocer cual es el TAE.
El TAE nos sirve para poder comparar el coste total de diferentes operaciones.
Otra de las cuestiones que tenemos que tener en cuenta son los períodos de amortización. Si es mensualmente, trimestral, etc.
Y finalmente el tiempo de devolución. ¿Cuanto tiempo vamos a estar con esa deuda?.
Porque piensa que cuando tienes una deuda hay una cosa que empeora que es tu solvencia y cuando la solvencia baja, los bancos dejan de ayudarte. Y cuanto más deudas, menos solvencia.
Seguiremos hablando del tema de las deudas, los intereses y de como nos afectan.
César T. Gil
Economista