¿Cómo funciona realmente la Bolsa?
Una de las preguntas más frecuentes que recibo, tanto en charlas como en redes, es: “¿Cómo funciona la Bolsa?” Y no me la hacen solo personas sin formación, sino médicos, ingenieros, abogados o electricistas. Y es normal. La Bolsa tiene fama de ser un terreno complejo y reservado para expertos. Pero, ¿y si te dijera que entenderla no es tan difícil como parece?
Vamos a explicarlo con claridad.
La Bolsa sube o baja según la demanda
Imagina que la acción de una empresa como Iberdrola está muy solicitada. Muchas personas quieren comprarla. ¿Qué pasa entonces? Que su precio sube. Es la ley básica de la oferta y la demanda. Si hay más compradores que vendedores, el precio sube. Si hay más vendedores que compradores, baja.
Pero lo importante no es solo saber eso. La gran pregunta es: ¿por qué la gente decide comprar?
La clave está en la expectativa
La mayoría de las personas que invierten en Bolsa no lo hacen porque sí. Lo hacen porque tienen la expectativa de que esa acción les generará beneficios en el futuro. Esa expectativa es la que impulsa la demanda.
Y aquí entra en juego un concepto fundamental: la rentabilidad.
¿Rentabilidad de qué?
Cuando tú compras una acción, puedes ganar dinero de dos formas:
Porque la acción sube de precio.
Porque esa acción reparte dividendos (es decir, beneficios que la empresa reparte entre los accionistas).
Entonces, si una acción te ofrece, por ejemplo, una rentabilidad del 4% por dividendos, y los bonos del Estado solo ofrecen un 3%, probablemente te interese más la acción. Pero si los bonos empiezan a ofrecer un 6%, ya no te compensa tanto el riesgo de la Bolsa, y prefieres el bono, que es más seguro.
Así de simple. Y así de racional.
No se trata de ser adivino
Invertir en Bolsa no es jugar a la lotería ni tener una bola de cristal. Es comparar rentabilidades y riesgos. Es tomar decisiones con lógica. Y sí, también con cierta información y formación.
Por eso he creado mi curso de Finanzas Express, para que cualquier persona, tenga la formación que tenga, pueda entender y manejar sus decisiones financieras con sentido común y criterio.
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